Emprendimientos Energías renovables Viernes, 12 de Octubre de 2018
Parque Cauchari Solar, la planta fotovoltaica más importante del país
Se construye en la Puna jujeña, a 4 mil metros de altura, y producirá 300 megavatios de energía limpia, en armonía con la Pachamama. Se asienta sobre tierras de comunidades aborígenes, que recibirán un porcentaje de los ingresos.
Jujuy construye, a 4.000 metros de altura, la planta de energía fotovoltaica más importante del país. Producirá 300 megavatios de energía limpia y le dejará una ganancia de 25 millones de dólares anuales. El parque Cauchari Solar se asienta sobre tierras de comunidad de Aborigen de Puesto Sey, en el departamento de Susques, que por ser propietarios recibirán el 2% de los ingresos por la venta de la energía.
El emprendimiento energético ya comenzó a generar cientos de puestos de trabajo para las comunidades indígenas del lugar.
Históricamente postergada por su lejanía a los centros urbanos, por la difícil accesibilidad a sus pueblos y parajes, y por su agreste clima que va del frío extremo de la noche al intenso sol durante el día; la región de la Puna jujeña recién comienza a desarrollar su potencial. “Tenemos el mejor sol con la mejor irradiación que llega hasta a tres mil horas por año, ese recurso lo tenemos que aprovechar”, expresó el gobernador Gerardo Morales.
“Estoy orgulloso de formar parte de un proyecto de transformación de la matriz productiva de Jujuy que fomenta el cuidado del planeta y la Pachamama”, manifestó el mandatario jujeño.
Por su parte, la Secretaria de Pueblos Indígenas de esa provincia, la líder indigenista Natalia Sarapura, destacó que con la construcción de la planta de Cauchari “se inició un proceso de desarrollo y creación de trabajo respetuoso de la naturaleza, con posibilidades de crecimiento para gran parte de habitantes de la Puna”.
“Hasta el momento se incorporaron casi 120 personas pertenecientes a las comunidades del pueblo Atacama para prestar diferentes tipos de servicios, y a partir de ahora ingresarán a trabajar unas 25 personas por semana para realizar trabajos de construcción y montaje de la planta”, detalló.
El proyecto tiene un significado especial para las comunidades indígenas puneñas que históricamente sufrieron la falta de oportunidades de desarrollo y crecimiento para sus miembros, con el consecuente desarraigo de muchos de ellos.
“Del éxodo estamos volviendo a la tierra. Tenemos muchos hombres y mujeres que estaban trabajando en otros lugares, en cosechas de aceitunas o manzanas, o de albañil en otras provincias que vuelven al territorio. Eso para los miembros de las comunidades indígenas la tierra es la casa de los abuelos, el lugar de la familia y el encontrarse con uno mismo”, explicó Sarapura.